“Me lo tengo que pensar” es la típica respuesta que reciben la mayoría de empresarios cuando dan
su precio o entregan su propuesta.
Y
hay cosas peores que la incertidumbre en la que entra uno cuando te lo dicen,
¿verdad?
Pero
es cierto que es una respuesta muy normal, ya que consultar las decisiones con
la pareja, el socio o simplemente pensarlo si requiere una inversión
importante, es una pauta que solemos realizar.
¿Eso
es un sí o un no? Te preguntas. Uno no sabe a lo que atenerse.
Lamentablemente,
muchos “me lo tengo que pensar” terminan en nada y a menudo sentimos que es una
forma de sacársenos de encima porque no saben decir que no.
La
verdad es que tu cliente potencial tiene todo el derecho del mundo a
pensárselo.
Lo
mejor es poner un plazo de un periodo corto de tiempo para que te den la
respuesta y acordar una llamada entre las dos partes, de esta forma se obliga
al prospecto a decidir, es simplemente ayudar a tomar una decisión que no lleva
semanas en tomarse. Esta llamada nos ayuda a ser más productivos con nuestro
tiempo y obtener más “sí”.
Siempre
nos encontraremos con un porcentaje que no responda a la llamada, o que nos
digan que “no”, estos “no” hay que analizarlos e intentar averiguar cuales son
las objeciones para poder darle otro enfoque en sucesivas reuniones.
Es
importante programar y apuntar en la Agenda, tanto el prospecto como tú, esta
llamada de seguimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario